Viernes 30 de Mayo de 2025


Las naves espaciales Voyager lanzadas por la NASA en 1977, continúan su aventura exploradora entre las estrellas. La Voyager 1 viaja por el espacio interestelar a una velocidad de 56.000 km/h, unos 35.000 millas/h. Esta imagen artística muestra la sonda con la sensación de que va a gran velocidad. Las sondas Voyager son gemelas idénticas. Ambas fueron diseñadas para explorar los planetas exteriores en nuestro Sistema Solar. Más allá de sus obligaciones, han sido enviadas a un largo viaje a través de las estrellas. Las sondas han abandonado ya la heliosfera y han tomado rutas diferentes. La voyager 1 viaja más rápido y está más lejos.
El 25 de febrero de 2025, la Voyager 1 ha apagado el subsistema de rayos cósmicos CRS para ahorrar energía, mientras que la Voyager 2 lo mantiene encendido. El CRS busca partículas muy enérgicas en el plasma, y tiene la mayor sensibilidad de los tres detectores de partículas. A menudo se pueden encontrar partículas muy energéticas en los intensos campos de radiación que rodean algunos planetas, como Júpiter. Las partículas con las energías más altas vienen de otras estrellas. El CRS busca ambos.
Otro de los cuatro instrumentos activos es el LECP, que detecta las partículas cargadas de baja energía. Tiene el rango de energía más amplio de los tres conjuntos de sensores de partículas. El LECP se puede imaginar como una pieza de madera impactada por las balas. Cuanto más rápido se mueva una partícula, más profundo penetrará. Por lo tanto, la profundidad de penetración mide la velocidad de las partículas. El número de impactos indica con el tiempo cuántas partículas hay en diferentes lugares del viento solar y en los diversos planetas exteriores.
El magnetómetro continúa activo en las dos sondas. El trabajo principal de MAG es medir los cambios en el campo magnético del Sol con la distancia y el tiempo, para determinar si cada uno de los planetas exteriores tiene un campo magnético y cómo las lunas y los anillos de los planetas externos interactúan con esos campos magnéticos. En consecuencia puede determinar la estructura de la magnetosfera de todos los planetas gigantes encontrados y las interacciones de las lunas con sus entornos.
El subsistema de onda de plasma o PWS, también está activo en las dos naves espaciales. El subsistema de onda de plasma y el experimento de radioastronomía planetaria comparten las dos largas antenas que se extienden en ángulos rectos entre sí formando una V. El PWS cubre un rango de frecuencia de 10 Hz a 56 kHz. Las Voyager llevan un ambicioso mensaje a bordo, una especie de cápsula del tiempo, un disco de fonógrafo de cobre chapado en oro que contiene sonidos e imágenes que retratan la diversidad cultural en la Tierra, destinado a comunicar parte de la historia de la humanidad a posibles civilizaciones que las naves puedan encontrar en su aventura espacial.